
Sahara
La papada no necesita presentación. Conocemos bien la grasa antiestética que se acumula bajo la barbilla como si fuera un doble mentón…¿se puede evitar que salga papada? ¿por qué aparece?
¿Por qué aparece la papada?
La papada aparece en hombres y mujeres debido a diversos factores como:
–La herencia genética. Las personas con padres que sufren papada están más predispuestas a padecerla.
–La flacidez en la zona del cuello influye para que la piel pierda firmeza y elasticidad.
–La obesidad o el sobrepeso también pueden causar papada por un exceso de grasa en el cuerpo.
–La exposición al sol en horas de máxima radiación y durante varias horas favorece el envejecimiento de la piel y la pérdida de firmeza.
¿Se puede evitar la papada?
La papada no solo es antiestética sino que también puede resultar molesta. Te proponemos unos hábitos y consejos saludables para combatirla (en la medida de lo posible):
–Ten una dieta sana y equilibrada que cuide tu organismo y mantenga la grasa a raya. Y no te olvides de beber abundante agua.
–Di no al tabaco y al alcohol porque tanto el uno como el otro son perjudiciales para la piel y en concreto el alcohol favorece la acumulación de grasa.
–Haz ejercicio físico de forma regular para tonificar los músculos, evitar la flacidez y el aumento de peso.
–Huye de las dietas milagro que provocan el descenso rápido de peso y en consecuencia la aparición de flacidez y la pérdida de tonicidad.
–Utiliza una crema reafirmante en el cuello para evitar la papada y una crema específica si ya ha aparecido.
–Mastica chicle. Aunque te parezca una broma no lo es. Cuando masticas chicle exagerando los movimientos faciales estás fortaleciendo la musculatura. Por otro lado, coloca una pelota pequeña bajo la barbilla y sostenla apretándola contra el pecho. Presiona y suelta varias veces para hacer fuerza en esta zona flácida.
Ciertos gestos que hacemos, en especial ahora con el uso masivo del móvil, no ayudan. Piensa por ejemplo la cantidad de horas que estás con la cabeza agachada mirando el móvil a lo largo de cada semana, de cada mes, de toda tu vida. No es que salga por eso la papada, pero no ayudas a la estética de la zona y se generan arrugas más profundas.
Nuestra piel está expuesta, de forma constante, a factores ambientales. Además, no siempre la cuidamos como debiéramos, cayendo en malos hábitos de limpieza o alimentación. ¿El resultado? La aceleración del proceso de envejecimiento y la pérdida de su luminosidad natural. Y cuando eso pasa, sí o sí, hay que recurrir a activos para devolver la luz a la piel.
No es fácil encontrar los productos cosméticos más adecuados a cada tipo de piel y necesidad. Y menos, encontrar aquellos que están formulados con los ingredientes activos que imiten las células propias de la piel joven y sana.
Activos para devolver la luz a la piel: ¿Cuáles son y dónde encontrarlos?
A menudo, escuchamos hablar de factores de crecimiento, proteoglicanos, antioxidantes... Pero, realmente, ¿Cómo actúan los cosméticos y propiedades que contienen sobre nuestra piel? ¿Sabemos elegir un producto por sus activos o seguimos guiándonos más por cómo huele o si su packaging es bonito ?
Factores de crecimiento: los mensajeros de la piel de juventud
Los factores de crecimiento son proteínas esenciales que se encuentran en nuestra dermis para mantener sus funciones naturales. Aportan elasticidad, firmeza y ayudan a corregir arrugas. Su uso en concentrados cosméticos como serums o ampollas, asegura su regeneración constante.
Uno de los factores de crecimiento empleados en la cosmética, pese a que no haya estudios científicos concisos frente a los efectos biológicos, es la secreción purificada del CARACOL, conocido como SCA factores de crecimiento. Este activo es capaz de estimular la producción de colageno y la renovación epidérmica. Mediante este efecto, se activa en cadena la renovación de queratinocitos y fibroblastos, siendo estos últimos capaces de activar a nuestros propios proteoglicanos.
Proteoglicanos: ¿La panacea antiedad?
También oímos hablar de ellos y de sus maravillosos efectos en nuestra piel. Pero, en realidad, ¿Qué buscamos cuando pedimos proteoglicanos en nuestros productos de belleza como activos para devolver la luz a la piel?
Los proteoglicanos son el principal componente de la Matriz Extracelular y de ellos depende el relleno dérmico. Ejemplo de ello son los bebés: el aspecto uniforme y suave de su piel se debe a que nacemos con una red de proteoglicanos perfecta en la que se inserta el colágeno. Una red que va perdiendo su efecto tensor con el paso del tiempo.
Aplicados en cosmética, estos activos contribuyen a mantener la tez hidratada, protegida y le aportan efecto relleno.
Vitamina C: Antioxidante de luz
Tenemos asumido que la vitamina C es antioxidante. Por eso, cuando nos dicen que nos bebamos el zumo de naranja antes de que se vayan las vitaminas, en realidad, se refieren a aprovechar al máximo esa acción. Para la protección de la dermis es indispensable la aplicación de antioccidantes.
Si queremos obtener la máxima eficacia antioxidante de la vitamina C, es fundamental su correcta formulación a altas concentraciones y, a poder ser, en serums monodosis que las mantengan en buen estado durante más tiempo. Ya se sabe que cuando un producto se abre, puede perder parte de sus propiedades al contacto con aire.
En definitiva, para mostrar una piel sana y luminosa, es imprescindible la combinación de activos que, junto con tratamientos específicos, actúen a distintos niveles para conseguir mejorar la capacidad protectora de la piel y aportarle luminosidad de forma inmediata y sostenida en el tiempo.
Cuando queremos realizar la blefalopastia en el párpado superior, la evaluación de los párpados es fundamental para que la cirugía sea un total éxito, por lo que hay que tener en cuenta:
- Asimetrías, producidas por regla general porque la forma y área de las órbitas son diferentes, lo que condiciona la posición del párpado y también de la ceja.
- La posición de la ceja, que por regla general no es simétrica, estando un lado más alto que el otro.
- La acción del músculo frontal, que trabaja sinérgicamente en la elevación del párpado y contra la acción depresora del músculo orbicular. Cuando hay exceso de piel de forma inconsciente elevamos más la frente para levantar todo el conjunto de ceja y párpado superior. Hay personas que incluso tienen una hipertonía de este músculo, de forma que incluso en reposo lo están activando, usualmente más en un lado que en el otro. Esto crea por un lado una asimetría, pero por otra parte unas arrugas frontales marcadas.
- El grosor de la piel y del músculo orbicular. En hombres normalmente es más grueso, haciendo el párpado más pesado. Este factor, junto con la posición de la ceja, que está más baja, condiciona la cantidad de piel a extirpar. – La presencia de bolsas, especialmente la interna, que da lugar a ese bulto al lado de la nariz.
- El músculo elevador del párpado. Es común ver ligeras “ptosis” (caídas) producidas porque el músculo está debilitado, o porque hay un alargamiento de su tendón, que se inserta en el cartílago tarsal del párpado. Esto último se ve comúnmente con la edad y se traduce en una distancia muy larga entre el borde libre del párpado y el pliegue del mismo.
Así que sin entrar en detalles mucho más técnicos y complejos está claro que para hacer esta cirugía hay que conocer las estructuras anatómicas que causan las diversas alteraciones, no sólo en relación al exceso de piel.
¿La blefaroplastia del párpado superior es la solución?
La cirugía resuelve un 90% del problema, excepto en la parte lateral en la que el exceso de piel puede deberse también a una posición baja de la ceja.
¿Cómo se realiza la blefaroplastia superior?
Normalmente la blefaroplastia del párpado superior se realiza con anestesia local, y consiste en extirpar un huso de piel (con o sin parte del músculo orbicular, dependiendo de las características del párpado y del resultado que queremos conseguir) de forma que la cicatriz coincida con el pliegue del párpado, situado entre 7 y 10 mm del borde libre del mismo según raza y sexo. En orientales, por ejemplo, esta distancia puede ser tan corta como 3 ó 4 mm.
Durante la cirugía extirpamos la bolsa interna, pero prácticamente nunca la bolsa media, ya que con el tiempo puede producirse un aspecto de ojo hundido. También podemos tratar los músculos del entrecejo de forma definitiva sin tener que depender de la toxina botulínica, e incluso levantar la cola de la ceja.
¿Cómo es el postoperatorio y cuáles son las recomendaciones?
En el postoperatorio los pacientes no refieren dolor, aunque la primera semana es incómoda. Hay inflamación por lo que el párpado puede ser que no cierre totalmente, esto es totalmente pasajero, y evidentemente puede haber morados que habitualmente desciende y se sitúan en la parte más baja y lateral del párpado inferior.
Por ello que solemos dar una recomendaciones postquirurgicas para poder paliar dichas molestias:
- El primer día es conveniente estar en reposo, con la cabeza elevada y frío local.
- Dormir con la cabeza ligeramente levantada sobre unas almohadas, ayuda en la primera semana para reducir el edema (acúmulo de agua).
- Ponemos unas tiritas (steristrip) encima del párpado que limita su movilidad por lo que se tiene una sensación de rigidez.
- Como el párpado no cierra adecuadamente es FUNDAMENTAL proteger la córnea para que no se seque, especialmente por la noche. Por ello que prescribimos unas gotas antiinflamatorias, lágrimas artificiales y una pomada de protección ocular para la noche. Esta pomada se ha de poner en las primeras 2-3 semanas hasta que estamos seguros que el párpado cierra completamente.
¿Cuándo podré volver a la rutina?
Los puntos los quitamos a los 5-7 días tras realizar la blefaloplastia del párpado superior. Después ya dejamos cubrir con maquillaje hipoalergénico. Durante las primeras semanas es normal tener hinchazón, de forma que parece incluso que no hemos quitado piel y el aspecto no es precisamente muy lozano. Además puede haber acúmulo de líquido en la ojera. Es muy normal que el paciente no se vea bien y que esté preocupado del resultado. Afortunadamente el párpado cicatriza muy rápido de forma que la inflamación desaparece en unos 4 meses y la cicatriz es prácticamente invisible al año.
Durante las dos primeras semanas aconsejamos no hacer deporte intenso y nada de gafas de piscina durante el primer mes.
¿Puede haber secuelas en la blefaroplastia del párpado superior?
Como siempre pasa en medicina existen modas y cambios de las técnicas en el tiempo. Esto quiere decir que lo que hacemos hoy no es lo mismo que hace 20 años.
La cirugía que hacemos actualmente es lo más conservadora posible, no sólo porque busquemos un resultado natural, sino porque sabemos más del envejecimiento y de los cambios que se producen.
¿Por qué se producen las secuelas?
Una de las maniobras que ya no se hacen, es el exceso de extirpación de bolsas. En el párpado superior hay dos paquetes de bolsas grasas: interna y media. La interna todavía se extirpa, porque es la que provoca esa pequeña protuberancia en el párpado cerca de la nariz. Pero ya no quitamos la media, porque a la larga provoca un ojo hundido y envejecido. Esto se debe a que con la edad la grasa facial se atrofia y la órbita se agranda, debido a la reabsorción ósea.
El aspecto típico es de una órbita esqueletonizada, con el párpado superior hundido y con pliegue, muchas veces, muy alto. La órbita se muestra muy prominente.
¿Cómo podemos revertir la secuela y dar un aspecto más juvenil?
Para poder revertir y dar un aspecto más juvenil al párpado superior podemos rellenarlo. Esto se puede hacer de tres formas:
- Si todavía existe bolsa media, ésta se usa para rellenar el párpado superior.
- Injertos de tejido adiposo en el reborde palpebral de la órbita y en la cola de la ceja.
- Rellenos con ácido hialurónico.
Antes y después de revertir la secuela y rejuvenecer el párpado superior.
Cuando realizamos el relleno para poder revertir la secuela y darle un aspecto más juvenil a la mirada, no solemos poner mucho volumen. De esta manera es mejor repetir el procedimiento que hacer una sobrecorreción, la cuál siempre es muy difícil de resolver, consiguiendo recuperar la curva natural que el párpado hace sobre la orbita, ocultando el reborde óseo.